- Comprar una buena materia prima.
Especialmente la carne. Para un asado debemos comprar: chorizos, morcillas, pollo, lomo, tira de asado y hamburguesas de calidad. Como complementarios para guarniciones y condimentos debemos tener a mano: morrones, limones, sal, pimienta y otras especias al gusto.
- Limpiar bien la parrilla antes de empezar a asar. Para ello encendemos el fuego y las quemamos un poco. En un a vasija, ponemos agua y un chorro de vinagre (actuará como desengrasante), también pueden servir unos trozos de limón. Tomamos un cepillo de raíces y cepillamos para quitar la grasa, hasta que pasemos con papel y no quede nada.
Esto debe hacerse cada vez que se termine de hacer una carne. Es importante para que la carne que hagamos no vaya saliendo cada vez más negra. Si no queremos limpiar tanto un buen truco es cubrir los hierros con papel de aluminio.
- Preparar la parrilla para asar. Se untan los hierros de aceite de girasol, no utilizar aceite de oliva, por que es neutro y así conseguiremos que la carne tenga únicamente su sabor. También suele ser una excelente idea utilizar un trozo de grasa de la misma carne que se pasa previamente por las parrillas.
- Empezar por el chorizo y la morcilla. Tratándolos con cuidado, puesto que el embutido es muy delicado. Lo ideal es marcarlo y pasarlo seguidamente a una zona de la parrilla donde el calor sea menor para que se vaya asando más suavemente.
- A continuación ponemos todas las piezas de carne. Primero por el lado del hueso. únicamente si tenemos carne de pollo la pondremos del lado de la piel.
- Es aconsejable la sal fina en todas las carnes. Excepto en las costillas, que se debe usar la gorda. Por supuesto debemos poner a la parrilla las carnes que más tardan en hacerse. El punto o el momento de darle la vuelta es cuando se observa que la carne transpira, sobre todo en la de pequeño tamaño.
- Las especies son importantes para un buen asado. Su momento justo es la primera vuelta de la carne. Justo antes de ver como la carne se va dorando.
Antes de retirar la carne y una vez al punto deseado un buen truco es quemar un poco los bordes; de esa forma la carne mantendrá todo su jugo.
En general conviene vigilar el asado en todo momento. Es importante que las carnes se retiren en su punto.