Ingredientes:
- Ver equivalencia de medidas
- 300 g de setas de temporada (níscalos, boletos, etc.)
- 1 chalota
- 1 diente de ajo
- 3 cucharada de coñac
- 1 porción de trufa
- 2 ramita de tomillo fresco y otra de orégano (sólo las hojas)
- 5 avellanas
- 2 cucharadas de aceite
- 20 g de mantequilla
- 200 ml de nata
- para las tartaletas:
- 100 g de mantequilla
- 1 yema de huevo
- harina
- azúcar
- 1 pizca clavo molido
- sal
Preparación:
Limpiar las setas cortándoles el tallo arenoso y eliminando la tierra. Picarlas en trozos medianos y colocarlas sobre una fuente. Regar con el coñac y añadir la trufa laminada. Espolvorear con las hierbas aromáticas y dejar reposar una hora para que tomen buen sabor. Picar la chalota y el ajo y pochar en una sartén con aceite y mantequilla.
Preparar las tartaletas mientras maceran las setas: En un cuenco, colocar la mantequilla cortada en taquitos, echar la yema de huevo, la sal, el azúcar y el clavo en polvo. Mezclar con la yema de los dedos incorporando la harina poco a poco hasta formar una bola de masa. Colocar la masa en un papel film de cocina y guardar en la nevera unos 15 minutos. Tras el reposo de la masa, volcar en la mesa de trabajo enharinada y extender con un rodillo. Cortar pequeños discos de cuatro o cinco centímetros y colocarlas en los moldes. Cubrir con garbanzos para que al hornear no se formen burbujas. Cocerlas a horno precalentado a 180ºC durante 10 minutos.
Trocear ligeramente las avellanas y tostar con el guiso de chalota. Agregar las setas con su jugo y saltear a fuego vivo hasta que el líquido se consuma. Añadir la nata y salar. Mover con una espátula de madera y rellenar las tartaletas con esta mezcla. Templar dos minutos en el horno y servir como aperitivo.